9.5.06

Efecto invernadero

Él sólo quiere un trozo de pan si te sobra. No ha podido reunir un mísero céntimo para apostar un giro a su vida, a su mujer, a sus dos hijos. Le han vuelto a utilizar. Como a sus antepasados. Cosas que te hacen avergonzarte de tu propia especie. Sólo pide información, tal vez alguien que le escuche por un instante en su vida. Se demuestra que un humano puede prescindir de todo lo superfluo. Mientras, otros ven lo que ponen en la tele. Algunos incluso se están follando a sus parientes por veinte euros o perdonándoles la vida. Él, tan sólo quería un instante de mi vida. Fue más que suficiente para creer en él. A posteriori, efecto invernadero, una vez más. Miedo de verdad, angustia, impotencia y que seguimos sabiendo temblar de mil maneras.
***
Dame un punto de apoyo y un par de remaches, algo está en nuestras manos demasiadas veces. Hasta qué punto. A veces, todo es poco, cualquier cosa acabará sabiendo a rancio, a tierra seca de un tiesto gris metálico, forespan desmenuzado y óxido de hierro. Se sintomiza cuando los ácidos gástricos gotean a través de la nariz, entonces buscas un paliativo para la amnesia retrógrada y acabas por no encontrar ungüento alguno para tal punción incisiva en los constrictores faríngeos. Nada, no hay nada, nada de nada, no hay ganas de despertar porque eso siempre supone prescindir y somos egoístas. Asco. No hay movimiento si no hay inercia. Vergüenza.
Fuerza siempre es masa por gravedad, aplicación inducida universal. La harina se asemeja al spray nasal y la levadura se arrebata en polvos de talco para ojetes desangelados que pretenden una todavía mayor dilatación sistemática. Actores de reparto, teatro del disparate. Pasen y vean. Y el agua, que a veces no sirve para nada más que para difuminar en el retrete todo lo que no queremos ver. Para nadar en la disolución absorbente de lo soluble. Sorber y no absorberse. Mierda.
Y qué si Judas mintió tres veces, nosotros nos alimentamos tres veces al día y nos autoingerimos continuamente. Todo vale para consumirse en el consumo. Y qué si hace siglos todos querían mamar del lejano vecino: como ahora ya no, todo es válido y está justificado y no hay obligación de nada, ni de hacer contratos, ni de atender en los hospitales, ni de nada. Porque no hay papel, sólo vale ser hijos de. Por eso, nos pringaremos las manos de... y si no podemos fumárnoslo, nos lo comeremos, nada importa.
Que sea tan dificil poder creer en la sociedad tantas veces. Es triste y desolador. No hablo de mi ciudad, ni tan siquiera de mi país, cosas que se ven cocer en tantos lugares, huevos sin pelar, con cáscara. Cuando pueda creer en mis semejantes sin pestañear, entonces hablaremos de dioses. Si no puedo creer en la Humanidad (con mayúsculas y todo lo que implica) de una manera certera, qué me importa el origen. Lo siento, prefiero ensuciarme si sirve de algo, no necesito manuales para mi espíritu. Siempre desde el mayor de los respetos que puedo ofrecer. Así es el efecto invernadero, pajas y paradojas, coherencias, injusticias, absurdos... qué le vamos a hacer. ¿Todavía no lo sabes? No compadezcas, simplemente muestra tus cartas.
***
Mi premio gordo de la lotería es tener cerca un puñadito de gente inquieta, que se preocupa y además se exprime, dando lo mejor en cada gesto. Querer es siempre necesario pero nunca suficiente y los que me conocen lo entienden, lo saben y no lo van a dudar nunca, tal vez por eso no se van. Tengo suerte, definitivamente, para qué voy a ponerlo en duda tantas veces. Puedo creer en mí, puedo creer en muchas personas, puedo creer en mis principios y también en los sueños, por qué no.
Un buen día me prometí dar siempre la cara, así que órdago a juego. Todas.

4 Comments:

Blogger Nuria dijo...

Que bueno conocerte ahora, que bueno coincidir con vos , en esto que escribis y en tantas otras cosas!
Brindo por la gente que va de frente siempre , por los que se juegan enteros a cada instante!!!
Amor y musica , para todos.
Nuria

5/12/2006 3:50 a. m.  
Blogger SiReNa dijo...

Puedes creer en ti, nunca lo dudes...puedo creer en ti y es algo tan maravilloso!
Puedo creer en mi, puedes tú también creer en mí. Mi espalda quiere recostarse junto a la tuya para pasar horas confiando la una en la otra mutuamente.
Juega, cree, sueña...

5/15/2006 11:59 a. m.  
Blogger belga_seg dijo...

http://www.pironypolendos.com
Teléfono: 921 49 64 53
la.oveja.negra@hotmail.com

Juan, aquí te dejo lo que me pediste. Un besito y que vaya bien el 26!! ciao!

5/18/2006 11:00 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

La suerte es reciproca, la confianza mutua. Ser, querer, soñar, es estar vivo. Lo demás, no tiene sentido. No todo lo que vale tiene precio.
Un beso.

5/21/2006 1:41 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home