22.1.06

Check-In

Deambular entre nodos no terminales y semicorcheas cardinales. Detenerse de nuevo, esta vez en frente de la puerta 43-A. Recoger un trozo de cuaderno verde del suelo. Sonreír, cómo no, siempre es especial. Al instante, volver a descubrir transformista mi ceja derecha, cual magnífico pincel que en 36º me pinta aún más verde en detectores de metales. Levantar la vista y atravesar el aislante fotoeléctrico para acabar contemplando el tráfico tierra-aire de mis sueños: despegues, aterrizajes... y circulación descontrolada en un todo de maletas sin facturar.
Despierto. Ayer toqué a escasos 150 pasos de ti... soñé que me escuchabas. Recorto mi barba, una mañana más. Nunca me afeito del todo, sabes que odio que me exijan el pasaporte a punta de pistola. En el cuerpo diplomático no nos permiten ese tipo de licencias, lo suyo es jugar a lo permitido en igualdad de condiciones: era parte del capítulo de introducción. Sin embargo, levanto el tapón y saludo a quien se empeña en malear de nuevo con unos cuantos pelillos que se resisten a huír del borde de mi lavabo. Son ligeros, saben de mí... normal, son míos. Te dije que no voy a jugar al escondite con tus curvas, pese a que sea tal vez el lugar más cálido del mundo, el único del que conozco bien el mapa... tampoco voy a jugar al tula con tus gomas de borrar. Recuerda que la ropa, por mucho que se frote, sigue conservando ciertos olores. Y no hay detergente, ni lavado a mano, ni agua lo suficientemente fría y atrevida para acabar con el aroma.
Sorbo mi café y estoy camino del aeropuerto. Sabemos que allí nos encontraremos. Dejemos que la puerta de embarque número "x" se defina a nuestra llegada. No hay vuelos programados, no hay prisas, no hay tráfico pesado, sólo andenes ligeros y túneles con vistas. Llevo el minidisc azul para grabarme mientras me escucho. Cada día soy más valiente para cantar en nuevos idiomas, nuevos registros, nueva amplitud... añoro compartirlo con vos, no imaginas cuánto, aunque tú no lo sepas, aunque sepas disimularlo, aunque te lea mezcla de viejos colores con otros a descubrir.
Ahora suenan dos pistas de esas que saben confundir, pero que tal vez entrelazan palabras. Qué linda es la complementariedad de la música, en agua fría o en agua caliente, se parece a incorporar suavizante y potenciador de lavado. Jaime, sin tierra y entre gotas de lluvia dice que "...aquí estoy, no te voy a salir a buscar...". Después, sobre el barro mojado, el pájaro que originó cierto desastre susurra la 11... hoy hablan de mí... tal vez de nosotros... tal vez siempre lo hicieron... tal vez sigan sonando.
La música siempre guarda un billete con ese soporte magnético. En ella encontrarás la velocidad de crucero. Tengo el asiento 5-pasillo. Te reservo el 6-ventanilla porque sé que si queremos, si sabemos encontrar sin buscar, definiremos esta imprecisión como cimiento a la precisión atemporal de sabernos juntos en tu cuerda de tender.

5 Comments:

Blogger Juan dijo...

Una posible respuesta del niño calambur.

Gracias por estar cerca, siempre... te debo una canallada ^_^

1/22/2006 6:24 p. m.  
Blogger aMara dijo...

Acercarse a la puerta de un viaje que viene o un viaje que va..encontrarse y regalarse en mejor de los abrazos..cuantas cosas se pierden por el camino cundo uno esta tan lejos (aunque solo sea por un par de cuadras y la distancia la hace el "tiempo").Luego te miras, obserbas y me contemplas, yo se que pensamos lo mismo cuando miramos los dos el reloj de la estacion..
Me imagino que el mundo no cambia aunque yo me sienta cambiar..y es que me da vertigo imaginar todo a la misma velocidad, pero sera bonito tomar mi primer cafe a la orilla de tu cometa diurno..me taere unas corcheas para tu pentagrama, sera facil, abrir las manos y sonreir...

Un beso primo...este maravilloso gato azul...

1/24/2006 4:55 a. m.  
Blogger belga_seg dijo...

Hola Juan! Soy Ana... solo decirte que fue un placer conocerte y usar tu guitarra ;)... gracias por dejármela... y por supuesto verte cantar...
bonito escrito...
un beso!

1/24/2006 7:18 p. m.  
Blogger Juan dijo...

Hola Ana! Gracias!

A ver si hablamos/nosvemos/escuchamos pronto, espero que tu concierto el sábado fuera genial :-) El viernes fue especial, ciertamente, por una vez le daré la razón a Sandro... jeje

¿Por qué dices aquí que he dejado mi guitarra?... Kawen, ahora todos querrán que se la deje, menuda has liado! ;-)

Un gusto! si necesitas alguna cuerda ya sabes donde estoy... a currárselo toca... TODOS, que eso de la sangre y los artistas es trola, que me lo ha dicho un duende que además tenía aliento a whisky, así que tal vez diga la verdad.

Besos y mucha suerte artista!

1/25/2006 6:15 a. m.  
Blogger belga_seg dijo...

jejeje no fue mal del todo el sábado... se me fueron algunos (varios) acordes y destrocé una canción de mi cantante favorita olvidándome por completo de la letra jajaja... a pesar de todo, me lo pasé en grande y creo que la gente salió contenta.

quién ha dicho que me dejases nada? :p... (a ver si así lo arreglo jeje)

creo que tu duende tiene un poquito de razón...

un beso y gracias!

1/25/2006 6:42 p. m.  

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