19.1.06

Zapatos de cristal


Esta noche me voy a bailar. Estoy aprendiendo. Nunca supe hacerlo más allá de los vasos de agua... y me ahogaba. Cosas de los músicos. Ahora me atrevo con piscinas, ahora que es invierno y camino desnudo. A las doce menos cuarto echo a llorar desde hace demasiado tiempo, pese a que reciclo el agua para la depuradora de una piscina que siempre pretendió vistas al río. Los cristales ya no saben cómo penetrar en los viejos zapatos para así seguir destrozando mis pies sensibles, ya no, no a esa hora, no de esa manera. Me cansé de pintarme la cara de blanco y de jugar al snooker con mi nariz de boxeador.
Bajo las escaleras de dos en dos. Mis pies, matriculados en una clase especial de quince minutos de duración, sin examen. Va de fundir restos de las paradas de autobús con mis ampollas y mis ganas de saltar. Me da igual quién cante o quién dé palizas a una lata oxidada de El Litoral, con tal de perder mi facultad de niño-termo por un rato y mantenerme a un centímetro del suelo.
Son las doce. La hora de jugar al ceniciento azul, entrada libre para los intrépidos.

1 Comments:

Blogger aMara dijo...

La noche esta hoy abierta...y es que hoy es de esos dias en que las estrellas se mueven por el espacio de una forma especial...algunas, como luciernagas pretenden brillar mejor...otras simplemente se dejan llevar por el ritmo de las otras...yo las veo y sigo el compas...miro hacia arriba y sonrrio...Hoy cenicienta consiguio su mejor calabaza...ya veremos quien le recoge el zapatito de cristal...
Hay mucho que caminar aun en esta noche, continuaremos descubriendo cometas lejanos y veremos cosas nuevas en el aire...y se que cuando te levantes por la manana estaras dando el mejor de tus abrazos...
Yo te guardo otro zapato de repuesto...se me dan bien los cordones de cristal...

1/20/2006 4:26 a. m.  

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